Santa Cofradía de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Misterios Dolorosos del Rosario
Monte Sión (en hebreo: הרצִיּוֹן transliterado Har Tziyyon) es el nombre de una colina en Jerusalén en las afueras de la Ciudad Vieja. El término Sion se convirtió desde tiempos antiguos en una sinécdoque referida a la ciudad entera de Jerusalén y a la Tierra de Israel.
“Que hoy la Hermandad variaba de posición debía elevarse a lo que en su tiempo fue citando el estado de esplendor en que se encontraba cuando todos nuestros hermanos que fueron oficiales de la Armada que tanto hicieron por ella puesto que a la Santísima Virgen del Rosario la tomaron por su protectora recordando que con el título del Rosario se presentó en la Batalla Naval de Lepanto pues encomiaba a toda la Corporación en que imitaran a nuestros antepasados”. Excmo. Sr. Marqués de Valleinfantas Hermano Mayor en el Cabildo General de Monte-Sión de 20 de mayo de 1877.
Siglo XVI
Sobre el Origen hay varias teorías de las que exponemos tres de ellas.
Según la tradición, en el mes de octubre de 1560, tuvo lugar la fundación de nuestra Hermandad de Monte-Sión, debido a la fusión de una del Rosario, establecida en una ermita, que dio lugar después al convento de Monjas Carmelitas de Belén, situado en nuestra ciudad, al sitio de los Cuatro Cantillos y una de penitencia, que se formó en el Hospital de las Cinco Llagas, dedicada a la contemplación de la Ferviente Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el huerto, titulándose a partir de aquí Hermandad y Cofradía de los Misterios Dolorosos del Rosario de Nuestra Señora y de la Santa Oración del Huerto, perteneciendo a ella preferentemente los armadores de buques que hacían la travesía a las Indias Occidentales, dando a la Hermandad parte de las riquezas que traían.
Otra nueva línea ha venido marcada por el historiador y hermano Mayor D. Hilario Arenas.Así dice que su origen es el de un grupo de disciplinantes que, reunidos en torno a un Crucificado, practicaban su penitencia y disciplinas según el uso del siglo XIV. Debieron establecer a finales del siglo XV en el Monasterio de Santa Paula, donde se encuentra depositado el Crucificado y firmarían Carta de Hermandad con las monjas Jerónimas, como se recuerda en los Cabildos de 3 y 7 de Abril de 1591 que dice: “En Monte-Sión, Domingo de Ramos siete días del mes de abril de mil quinientos y noventa y un años, estando juntos como lo han de costumbre los alcaldes y hermanos de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario, se acordó y trató las cosas siguientes: Este día se trajo de las señoras monjas de Santa Paula, nuestras hermanas, una alcancía en que se hallaron setenta reales y más veinte y dos libras de cera nueva en candelas y más unas potencias de plata con piedras engastadas en ellas para el Cristo Crucificado que es nuestro y está en el dicho convento de las señoras monjas”.
Y por último está la teoría de D. Joaquín Rodríguez Mateos que expone que los orígenes de la Hermandad de la Oración en el Huerto aparecen revestidos de un inconfundible hálito dominico, respondiendo a la acción adoctrinadora de la orden mendicante y como plasmación de la creciente devoción hacia el rosario que la misma comenzó a difundir desde comienzos de la década de los setenta del siglo XVI. No en vano fueron sus orígenes los títulos de la cofradía, El Rosario y los Cinco Misterios Dolorosos. Es pues lo más probable, que la corporación surgiera en los años inmediatos a la fundación conventual, en 1574, con el objeto de difundir con su acción pública la devoción al Rosario. Además pesaría en ello el interés de la Orden de Predicadores por contar con una cofradía que extendiera bajo su patrocinio esta devoción rosariana. Evitando así quedar a la zaga de las crecientes fundaciones cofrades que comenzaban a proliferar de mano de sus hermanos mendicantes, los franciscanos, destacados en el culto a la pasión y sangre de Jesucristo. A este efecto fue realizada la concordia entre la hermandad y la congregación religiosa el 3 de Junio de 1577, siendo esta una de las primeras referencias que tenemos de esta corporación.
Desde el año 1574, nuestra Hermandad tiene su sede canónica en el Convento de Monte-Sión, (Dña. Mencía Manuel de Guzmán, donó sus casas del barrio de la Feria, situadas frente a la plaza del Caño Quebrado, donde se levantaría un nuevo colegio e iglesia de Monte-Sión) labrando capilla. Los dominicos otorgaron una escritura de concordia mediante la cual, la Hermandad se compromete a labrar su capilla en el solar que los frailes le conceden junto a la cabecera del templo conventual, con la condición del abono de 9.000 maravedís anuales al monasterio y hacerse cargo de la celebración de los cultos a la imagen de la Virgen del Rosario, de gloria, que presidía la iglesia dominica.
Estos tiempos debieron de ser espléndidos para la Hermandad, pues además de la edificación de la capilla y altares, contrata la hechura del misterio completo de la Oración en el Huerto (primer misterio procesional) con el mejor imaginero que existía en esas fechas, D. Jerónimo Hernández, vecino de Sevilla, de la Collación de San Andrés, según consta en el Archivo de Protocolos, de fecha de 10 de Febrero de 1578.
La Cofradía del Rosario, del Convento de San Pablo, sostuvo pleito con nuestra Hermandad, en 1584, al ostentar el título de Rosario, ya que era la más antigua. El 8 de octubre de 1584, el Provisor Íñigo de Leziñana, dictó sentencia favorable hacia esta corporación y desde ese momento sólo podía usar el Titulo del Rosario la residente en el Convento de San Pablo, mientras que la de Monte-Sión se titulase Misterios Dolorosos del Rosario y de la Oración en el Huerto. Se volvió a recurrir la sentencia, por dos veces no satisfaciendo a ambas partes y por fin, en 1593, el prior de la Orden Dominica, resolvió que nuestra corporación podría utilizar el Título de la Virgen del Rosario.
El 14 de Junio de 1579, nuestra Hermandad estuvo presente en el traslado en solemne procesión de la Imagen de Nuestra Señora de los Reyes y del Cuerpo Incorrupto del Rey San Fernando a su nuevo emplazamiento en la Capilla Real de la S.I. Catedral, entre las 26 Hermandades de Penitencia que existían. Asistieron al Acto, por orden de antigüedad. Nuestra Hermandad ocupó el noveno lugar.
Una de las primitivas devociones de esta Hermandad fue la del Cristo de la Salud o de los Corales, que hoy se conserva en su altar del Monasterio de Santa Paula de la Orden Jerónima y presididlo nuestras estaciones penitenciales de la Semana Santa hasta bien entrado el siglo XVI.
Sólo cuando Fray Sixto Frabro, Padre General de la Orden de Predicadores autorizó el establecimiento legal de la Archicofradía del Rosario en el Colegio Dominico de Santa María de Monte-Sión en 1588, la antigua corporación disciplinante pudo denominarse de pleno derecho con la titulación de Nuestra Señora del Rosario, como se hace constar en las actas más antiguas. Pero la devoción al Santo Cristo de la Salud nunca fue olvidada y hasta en las Reglas de 1792, por la que nuestra Archicofradía pasaba a depender de la Autoridad Real se hace constar la titulación conjunta del Crucificado, aunque ya la primitiva imagen había sido sustituida por otra donación de una hermana que residía en el Nuevo Mundo, y que fue colocado en el altar construido en la Capilla.
Las gracias concedidas a la Archicofradía del Rosario y la vinculación de la Hermandad con la Comunidad de las Monjas de Santa Paula movieron a estas a pedir su incorporación para lucrar de esas gracias espirituales. Teniendo en cuenta la costumbre de la época, fue de veintidós libras de cera, posiblemente el número de religiosas que entonces componían la Comunidad. Así se especifica en el Cabildo de Domingo de Ramos de 7 de abril de 1591.
Seguramente la imagen del Santo Cristo Crucificado sólo saldría de Santa Paula para presidir nuestra estación de Semana Santa hasta la donación de la segunda imagen, de pasta de madera, desaparecida en el incendio de los enseres de nuestra Hermandad el 18 de Julio de 1936.
En 1580, el Provisor del Arzobispado, aprueba nuevas Reglas, bajo el Titulo del Cristo de la Salud y Nuestra Señora del Rosario, con carácter de hermandad de Luz. La Imagen del Cristo de la Salud, obra de Gaspar del Águila, presidió el altar mayor de la Capilla hasta 1605. A partir de esa fecha viene presidiendo la imagen de Nuestra Señora del Rosario.
El 14 de octubre de 1588, la autoridad Eclesiástica aprueba nuevas Reglas, saliendo en este tiempo el Jueves Santo por la tarde.
En diciembre de 1588 D. Luís Marcos Reynoso secretario de la Hermandad y personal de S.M el Rey Felipe II, con la intercesión de este augusto Señor, logra carta patente del Rosario concedida por el Prior General de la orden Dominica Fray Sixto Fabra. Esto viene reflejado en las actas: “En Montesión, a … días del mes de diciembre de mil e quinientos e ochenta y ocho años, los alcaldes de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario que es en Monte-Sión, conviene a saber, Rodrigo de Castro y Miguel Jerónimo Yáñez y los demás priostes y algunos de los cofrades de la dicha cofradía, acordaron que por cuanto a su pedimento el Padre Prior Fray Jerónimo de Mendoza fue de esta ciudad donde estaba el Padre Generalísimo de este convento de Santo Domingo, a negociarnos dicha patente y recaudo bastante para ampararnos en la advocación del Rosario, sobre que se ha litigado, y para poner perpetuo silencio a los contrarios, el cual tenemos, nos trajo la dicha patente, según y como se le pidió, y estamos ciertos que en lo sobredicho gastó el dicho Prior seis escudos de oro, que valen setenta reales e veinte maravedís, los cuales se le deben al dicho Padre Prior, mandaban y mandaron que Lorenzo Yáñez, diputado de esta santa cofradía y depositario del dinero que se junta para la obra de la capilla, visite al Padre Prior en nombre de esta cofradía y le agradezca la merced que nos ha hecho y tome dicha patente…”.
Sin duda alguna, el día de nuestra Señora del Rosario, constituía la principal festividad de Instituto de la Hermandad de Monte-Sión, celebrándose el primer domingo del mes de Octubre. Esta fiesta mariana había sido instituida por Breve de S.S. Gregorio XIII, del 1 de abril de 1573, conmemorando la victoria en la Batalla de Lepanto que se atribuía a la Mediación de la Virgen del Rosario. Por ende, nuestra Hermandad celebraba esplendorosamente esta fiesta mariana engalanándose con profusión y riqueza el convento dominico, en su víspera, tenía lugar el Sermón de Nuestra Señora, a cargo de un dominico del convento.
Hasta 1590 la Cofradía sacaba cinco pasos de Pasión, que representaba los cincos misterios dolorosos del Rosario.
El día 3 de marzo de 1591 se firma Carta de Hermandad con las Monjas Jerónimas del Convento de Santa Paula de Sevilla donde se hallaba depositado el Santo Cristo de las Salud, que dio origen a la Fundación de la Hermandad.
En 1591 a primeros de marzo aparece la donación de la Santísima Virgen del Rosario que creemos que es la misma que veneramos y amamos por los rasgos de la imagen concuerda perfectamente con la época de donación de Juan de Torres.
En 1592, tenemos noticias del encargo al orfebre Juan de San Vicente de un juego de varales de plata de ley y una ráfaga para el paso de la Virgen del Rosario de la Hermandad de la Oración en el Huerto. Al realizarse un juego de varales suponemos la existencia de un palio. Así podemos situar a esta imagen como la primera que se pueda documentar a día de hoy, que procesionó bajo palio.
En 1596 se concierta por parte de la Hermandad, la ejecución de los bordados de un manto para la Santísima Virgen del Rosario, siendo éste el primero que se conoce y único que había entonces.
El 25 de Abril de 1596, se conoce que nuestra Hermandad efectuaba su procesión de penitencia el Jueves Santo. Para esta fecha también se conoce el primer documento importante de la Semana Santa referente a los cargadores, antecesores de los costaleros así dice, “Concierto de 16 hombres para que lleven el paso Jueves Santo 1596 años. En este cabildo se juntaron el jurado Rodrigo del Castillo y el Doctor Matías de Ayala, alcaldes, Luis de Luna, el jurado Martín de Santofimia, Gaspar Gómez Negrete, Andrés de Covarrubias fiscal, Gaspar de Cabrera, Pero Hernández, Cristóbal de Minaya, Juan Flores y otros muchos hermanos de esta santa cofradía y hermandad del Santísimo Rosario y Misterios Dolorosos de la Madre de Dios, en este cabildo se concertó con Gregorio Moreno, panadero en la Feria, que ha de dar diez y seis hombres para que lleven el paso de la Oración del Huerto el día del Jueves Santo que viene de este presente año de noventa y seis, todos con sus túnicas a su costa. Y por ello se le ha de dar a cuatro reales por cada hombre de los dichos diez y seis. Y si algunos faltaren por venir, la dicha cofradía los pueda coger y por lo que costare se le pueda quitar del dicho concierto y sea servida la dicha procesión, que en nombre de esta santa cofradía jurare que faltó algún hombre y se cogió para el dicho efecto. Y estos sesenta y cuatro reales y lo que montare se le han de pagar acabada de volver a Monte-Sión la dicha procesión de disciplina. Y no firmó porque dijo que no sabía. Y lo firmó por él un testigo. Testigos, Juan Yáñez e Lorenzo Yáñez y Gaspar de Cabrera, escribano de esta santa cofradía”.
Se puede decir que a finales de este siglo XVI, nuestra Hermandad era de las más ricas y de más prestigio y apogeo de las existentes que había.